MERCEDES PÉREZ SAN MARTÍN

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MORRISON HOTEL

de The Doors

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En la mitología griega, el Fénix es un ave de larga vida que se regenera de las cenizas de su predecesor. Según afirman, muere en un espectáculo de llamas y combustión, aunque hay otras corrientes que sostienen que el ave legendaria muere y simplemente se descompone antes de nacer nuevamente.

Carl Gustav Jung, padre de la psicología analitica, explicó que el ser humano y el ave Fénix tienen muchas similitudes. Esa emblemática criatura de fuego capaz de elevarse majestuosamente desde las cenizas de su propia destrucción, simboliza también el poder de la resiliencia, esa capacidad inigualable donde nos renovamos en seres mucho más fuertes, valientes y luminosos.

A finales de 1969, la carrera de The Doors parecía caer en un pozo sin fondo. En marzo de ese año, su cantante, Jim Morrison, fue acusado, juzgado y condenado por obscenidad, teóricamente por mostrar su miembro viril en un concierto en el Dinner Key Auditorium de Miami. Esto dio como resultado que los promotores cancelaran sus futuros veinticinco shows a lo largo del país. El lanzamiento en julio del disco "The Soft Parade" proporcionó más angustia e incertidumbre. Cansados del sonido de sus trabajos anteriores, la banda incorporó arreglos de viento y cuerdas utilizándolos como una nueva orquestación. Esto fue tomado por parte de la crítica especializada como un cambio de rumbo no deseado, lo que le valió ser catalogado como el trabajo más flojo de la historia de la banda.

Estas derrotas no calmaron a Morrison, por el contrario, lo volvieron más salvaje e incontrolable, generando incluso un abismo en la relación con sus compañeros. Envueltos en un mar de alcohol, desenfreno y peleas constantes, decidieron dar un golpe de timón y antes de terminar el año entraron nuevamente a un estudio de grabación.

En noviembre se reunieron con su histórico productor, Paul Rothchild, al quien ya tenían agotado, estresado y enojado desde hacía tiempo. Volver a los conceptos básicos del blues y el R&B parecía la única dirección a seguir. Era momento de renacer de sus cenizas.


"Morrison Hotel", a menudo apodado el álbum de blues de The Doors, es una contundente obra musical, dividida en dos. Cada cara del disco se llama de manera distinta. El lado A, compuesto de seis temas, se denomina "Hard Rock Cafe", emblemático nombre que un año más tarde sería tomado como inspiración por parte de los creadores de la hoy archiconocida cadena de restaurantes temáticos. Mientras que el lado B lleva como nombre simplemente "Morrison Hotel".

El disco arranca con la estridente "Roadhouse Blues", clásico absoluto de la banda. Una bomba que explota en nuestros oídos, con ese estilo blues-rock que ellos dominaban a la perfección, sumado a un gran solo de guitarra, feroz y agresivo, así como una gran interpretación vocal de un Morrison áspero con su garganta llena de bourbon.

"Waiting For The Sun", tema que lleva el nombre de un disco anterior de The Doors, es un intrépido viaje psicodélico que va acrecentando su clima estrofa tras estrofa, con un fuerte protagonismo del teclado magistralmente ejecutado por Ray Manzarek. Imposible olvidar su parte central con Morrison reclamando ese duro “Waiting, waiting…”.

De ahí en adelante, el disco se vuelve una catarata de gemas que impresionan desde la primera vez que son escuchadas. "You Make Me Real", con su delicioso piano; la funky "Peace Frog" ,directa alusión al malestar que se vivía en el país mientras todo explotaba en Vietnam; "Land Ho!" con su estilo festivo y "The Spy" basada en la tormentosa relación que tenía Jim Morrison con su novia Pamela Courson, son algunos claros ejemplos.

Pero si hay una canción que cautiva y enamora desde el primer momento, esa es "Indian Summer". Paradójicamente, este fue el primer tema que grabó The Doors en su historia, pero quedó fuera de su disco debut debido a que la encontraban un tanto parecida a "The End". Valió la pena la larga espera, ya que en este álbum encaja a la perfección para bajar revoluciones, dejarse llevar por su deliciosa melodía y así esperar el cierre con tintes de blues de "Maggie M'Gill".

Párrafo aparte para el doble arte de tapa del disco. En su portada nos encontramos con el albergue "Morrison Hotel" lugar que fuera descubierto por Ray Manzarek cuando iba paseando por las afueras de la ciudad de Los Ángeles. Para su contraportada, tomaron la foto en un viejo bar llamado "Hard Rock Cafe" con el cual quedaron cautivados y para lograr la toma se detuvieron a beber cerveza y comer papas fritas.

Justo para cuando la prensa, público y promotores habían perdido toda esperanza en ellos, The Doors se reinventaron con este contundente disco, que terminó siendo una de las más grandiosas formas de ejemplificar el resurgimiento del Ave Fénix.

Saludos.

Juli