MERCEDES PÉREZ SAN MARTÍN

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PRETTY IN BLACK

de The Raveonettes

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Sergio Leone fue un guionista, productor y director de cine italiano. Considerado como una de las figuras más prestigiosas de la historia del séptimo arte, además de haber dirigido la grandiosa "Erase una vez en América", es recordado ante todo por sus spaghetti western. Este subgénero que fue creado y desarrollado por directores italianos, estuvo de moda en los años 60 's y 70' s, caracterizándose por tener producciones enteramente europeas, en contraste con las tradicionales del género que históricamente se filmaban en los Estados Unidos.

En un principio, la crítica fue bastante despectiva con estas películas, que con su característico estilo buscaban rendir homenaje a los clásicos. Con el correr del tiempo tuvieron que admitir que no se trataban de burdas imitaciones sino de un nuevo género, que tomaba los estereotipos del western estadounidense, pero añadiendo nuevos elementos, como un mayor realismo y la violencia extrema.

Para cuando el potente dúo oriundo de Dinamarca, The Raveonettes, se puso a trabajar en el 2005 en el que sería su tercer álbum, "Pretty in Black", decidió dar un cambio rotundo al estilo áspero, ruidoso y de canciones de menos de tres minutos de sus predecesores y terminó regalándonos un delicioso homenaje a la corriente musical norteamericana de los años 50 's y 60's. Un viaje a través de trece grandes canciones que combinan melancolía, sencillez y energía, provocando que el álbum suene, de forma equilibrada, tanto retro y nostálgico como original y conmovedor.

La fórmula utilizada por los formados en Copenhague no tiene fisuras. Sune Rose Wagner, voz, guitarra, cerebro detrás de todas las canciones del grupo y por sobre todo, un fanatico estudioso de la historia del rock, se combina a la perfección con su compañera, la rubia e irresistible diosa vikinga Sharin Foo, encargada del bajo y voz. Sumado a esto y para no dejar dudas de hacia dónde va la obra, el disco tiene tres invitados de lujo. Partiendo por Roonie Spector, quien fuera vocalista de The Ronettes, la girl band que fue sensación en los años 60's, sumando a Moe Tucker, la gloriosa baterista de The Velvet Underground y para completar, el gran tecladista Martin Rev, integrante de los ya míticos Suicide, conforman un dream team absoluto para viajar en tiempo y espacio a un hollywoodense y musical pasado en blanco y negro.

El disco abre con la melancólica "The Heavens", con un sonido muy al estilo Ricky Nelson que encajaría a la perfección en cualquier película de David Lynch.

Si avanzamos hasta el tercer tema, nos encontramos con el que fue uno de los cortes del disco, la única e inigualable "Love in a Trashcan". Con ese duelo de guitarras garage surf, sumado a la combinación vocal de los dos integrantes del grupo, se vuelve imposible no adoptarla como propia desde el primer momento en que la escuchamos.

Grandes canciones como el cover que hacen de "My Boyfriend's Back", la retro adolecente "Here Comes Mary", la magnífica combinación de una caja de ritmos con un riff de surf en "Red Tan" y, especialmente, la hipnótica, psicodélica y muy bailable "Twilight" nos conducen a uno de los puntos más altos del disco.

"Somewhere in Texas" es una obra cuidada al detalle, con sus filosas guitarras que parecen hechas para rebanar corazones, mientras su aguda y pegajosa letra nos lleva a ser parte de un paisaje inhóspito en medio del desierto, donde lo único que realmente vale ante esa situación es ponerse a cantar esta melancólica pero potente canción.

Casi al cerrar, nos espera el que fue el primer corte del disco, "Ode To L.A''., donde a la voz de Sharin Foo se suma una genial Ronnie Spector, que se luce como en sus años de gloria, para regalarnos unos antológicos "Whoah-oh-oh" que llegan a hacernos imaginar que estamos frente a un viejo televisor viendo la presentación de una girl band digna de los mejores productos de Phil Spector.

Cuando salió el álbum, a muchos críticos les costó entenderlo y definirlo, ya que no encajaba con los sonidos típicos de comienzos de este siglo y mucho menos podían imaginar que este retro combo venía desde la nórdica Dinamarca en lugar del Oeste de Estados Unidos. Al igual que el italianismo spaghetti western, este "Lego revival", por llamarlo de forma simpática, terminó callando a muchos detractores, demostrando que no eran simples imitadores, sino una tremenda banda con un disco digno de ocupar un lugar destacado en todo género.

Saludos.

Juli