STRANGEWAYS, HERE WE COME
De The Smiths
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En el año 1835, el historiador y escritor francés Alexis de Tocqueville definió a la ciudad de Manchester con una singular y conocida frase, "De esta sucia cañería fluye oro puro". Lo que intentaba representar era que, más allá de ser un pueblo pequeño, gris y poco vistoso, se caracterizaba por producir elementos apreciables y por sobre todo trascendentales. Partiendo porque fue la primera ciudad industrializada del mundo y desempeñó un papel central durante la Revolución industrial, siguiendo por su pasión futbolera reflejada en la relevancia global de sus dos equipos profesionales y llegando, por último, al papel superlativo que históricamente ha desempeñado en la industria musical.
Desde la explosión punk con bandas como Buzzcocks, siguiendo por su destacado papel en el estilo New Wave en los años 80, hasta llegar a lo que fue la movida de "Madchester" con el posterior boom del acid house al arrancar los 90's, Manchester ha sido una usina de talento musical única, que terminó regalando al mundo bandas fundamentales para la historia, tales como Joy Division, New Order, Stone Roses, James, Oasis o los mismísimos The Smiths.
Dueños de la escena musical y del favor de la prensa especializada que aclamaba cada una de sus creaciones, para cuando en marzo de 1987 se encerraron a grabar el que sería su cuarto y último disco de estudio, los miembros de The Smiths decidieron realizar una búsqueda sonora diferente a los álbumes previos y con sus integrantes, increíblemente, en perfecta sintonía se pusieron a trabajar en el que Morrissey y Johnny Marr coinciden, fue su mejor disco.
Con fuertes influencias del álbum blanco de The Beatles e incorporando por primera vez sintetizadores, "Strangeways, Here We Come", nombre que proviene de una cárcel de su ciudad natal y en el que para lograr su portada utilizaron un fotograma del actor Richard Davalos en la película “East Of Eden”, terminaría por convertirse en el canto del cisne de la banda.
El disco arranca con “A Rush and a Push and the Land is Ours”, una rareza absoluta para ellos, ya que prescinde de guitarras y cuenta con inusuales arreglos de un piano eléctrico, sumando un posterior sonido de vibráfono y marimba.
Paso siguiente, nos encontramos con uno de los cortes del disco, que posteriormente terminaría transformándose en uno de los clásicos de la banda: “I Started Something I Couldn’t Finish”. Tema que con sus arreglos de vientos artificiales disparados en clave glam rock y el gruñido por parte de Moz, se vuelve imposible dejar de cantar desde el primer momento en que lo escuchamos.
Pero sí hay un tema que identifica a este álbum y que es un emblema dentro de la discografía de The Smiths, ese es "Girlfriend in a Coma". Una melancólica canción de poco más de dos minutos que, aunque aparenta ser ligera y pegadiza, cuenta con tonos ácidos en su ambigua letra y que a la postre sería el trabajo cumbre de guitarra de Johnny Marr.
“Stop Me If You Think You’ve Heard This One Before”, tema archiconocido y considerado como fundamental dentro de la historia de la banda, fue elegido también como corte de difusión. Pero debido a su letra, en la que se planea un asesinato en masa, fue prohibido en el Reino Unido, debido a un incidente ocurrido en ese tiempo y que fue conocido como la masacre de Hungerford. En el resto del mundo si pudo ser editado como single.
El resto de este magistral disco nos lleva por los potentes rasgueos de guitarra en “Paint a Vulgar Picture”, el pegajoso y bailable pesudo rockabilly que es “Death at One’s Elbow” y el cierre con “I Won’t Share You”, una canción en la que da la sensación que Morrissey se sinceró para terminar declarando sus sentimientos posesivos para con Johnny Marr, a quien nunca perdonó el hecho de haber colaborado con otros artistas mientras eran compañeros de banda.
"Strangeways, Here We Come", logrando romper con toda expectativa, animandose a ir más allá de lo obvio y aun cuando paradójicamente marcó el fin de The Smiths, terminó por convertirse en una prueba inmortal de ese oro puro que fluye por Manchester.
Saludos.
Juli