STORIES FROM THE CITY, STORIES FROM THE SEA
de P.J. Harvey
Si, por medio de una encuesta, se tuviera que asociar o definir a la ciudad de New York a nivel musical, la mayoría de la gente automáticamente empezaría a cantar la clásica canción escrita por John Kander y Fred Ebb, que fuera inmortalizada en la voz de Frank Sinatra y que todos conocemos como "New York, New York". Con su estilo entusiasta y motivador, nos regala una de las frases más esperanzadoras y optimistas de la historia: "Quiero despertar en la ciudad que nunca duerme y ser el rey de la colina, en la cima del éxito. Mis tristezas de pueblo pequeño se esfuman...Si puedo conseguirlo allí, lo puedo conseguir en cualquier parte". Toda una declaración de amor y pertenencia a la gran manzana que la ha vuelto única y eterna.
Polly Jean Harvey, mejor conocida como P. J. Harvey, nació en 1969 en un pequeño pueblo inglés de solo 45.000 habitantes llamado Yeovil. Fuertemente influenciada por sus padres, demostró inclinación y destreza musical desde temprana edad. Antes de los veinte años, ya formaba parte del grupo "Automatic Damiani" y un par de años después, daba comienzo a su carrera solista, que se extiende al día de hoy.
Durante los años 90 's fue portada permanente de revistas musicales tanto por sus elogiados discos como por su publicitado romance de casi dos años con uno de los más grandes iconos del rock, el australiano Nick Cave; al cual decidió abandonar de forma abrupta de un día para el otro.
Cuando en 1998, hizo un alto en su carrera musical y viajó a New York para participar en una película de Hal Hartley, la ciudad terminó por cautivarla y la motivó a escribir nuevas canciones. Poco tiempo después, tomó la decisión de pasar nueve meses viviendo allá, periodo en el que absorbió paisajes, momentos y sentimientos que darían como resultado su genial disco " Stories from the City, Stories from the Sea".
Grabado ya de regreso a su natal Inglaterra a comienzos del año 2000, el álbum marcó un cambio en el estilo de P. J., dejando de lado el rock crudo y agresivo de sus predecesores y acercándose al rock alternativo. Contando con una producción de lujo a cargo de Rob Ellis junto a Mick Harvey y con la participación de Tom Yorke de Radiohead en tres temas, terminó resultando un disco con un sonido más limpio, lleno de historias de desamores y reivindicación neoyorquina, que hasta hoy sigue siendo recordado como su obra más completa y sofisticada.
El disco abre con el enérgico "Big Exit", tema con tintes rockeros y una letra tan áspera como explicita. Paso siguiente, nos topamos con “Good Fortune”, una adorable canción con un sonido muy Patti Smith, la cual fue el single principal del álbum y terminó siendo un éxito absoluto en los rankings.
Con una instrumentación básica y Harvey tocando guitarra acústica y teclados, se construye “A Place Called Home”, uno de los más exquisitos temas del disco y que fuera el segundo single del álbum. La canción nos entrega a una P. J. a tope con sus facultades vocales, dejando claro que su clásica actitud y desgarro al cantar están lejos de desaparecer.
La importante colaboración de Thom Yorke se ve reflejada en tres de los mejores temas del disco. “One Line” con su notable participación en los coros, “Beautiful Feeling”, una especie de blues en el que solo participan Harvey con su voz y guitarra, y él acompañándola con una tenue pero interesante segunda voz y, particularmente en “This Mess We’re In”, en el cual Yorke lleva el protagonismo vocal y P.J. lo secunda de manera sensual, mientras Rob Ellis y Mick Harvey se reparten la instrumentación.
El tema más crudo y potente del álbum es “This is Love”, con su espíritu garage rock que nos recuerda a la primera época de The Stooges. Fue lanzado como single previo a la salida del disco, junto a su recordado video en el que P. J. derrocha actitud y estilo rasgando con furia su guitarra.
El cierre viene de la mano de "Heroes In My Dreams" y "We Float". La primera es una pieza que coquetea con el jazz, mientras que la segunda se construye sobre un ritmo con aires de trip hop y en el que el piano es protagonista junto a su voz.
El álbum fue aclamado por la crítica y terminó por convertir a P. J. Harvey en la primera solista femenina en recibir el prestigioso Mercury Prize. En el año 2002 fue clasificado en el puesto Nº 8 en la lista de "Los 50 álbumes esenciales femeninos del Rock" elaborado por la revista Rolling Stone y en el año 2019, el periódico The Guardian lo ubicó en el Nº 19 de su lista "Los 100 mejores álbumes del siglo 21".
Parafraseando a la emblemática "New York, New York", esta maravillosa obra terminó por catapultar a P. J. Harvey, convirtiéndola en una verdadera reina que alcanzó la cima del éxito y, lo mejor de todo, es que ese es el lugar en donde aún permanece.
Saludos.
Juli