MERCEDES PÉREZ SAN MARTÍN

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KARINA EL AZEM

De lo bello y lo terrible

Dicen que no todo lo que brilla es oro. Hay un punto de inflexión (sólo un par de segundos) donde algo nos sucede al acercarnos a las obras de Karina El Azem (Bs As, 1970), aquello que fuimos a buscar, y que pretendimos encontrar, repentinamente se desvía y se nos escapa de las manos. Podemos situarnos de ambos costados de la vereda: sorprendernos por la riqueza de su contenido, por la vertiginosa y terrorífica capa que se desprende de la belleza de sus trabajos, o podemos también sentirnos engañados, anhelar aquello que simplemente parecía ornamento y brillo.

ACR, cuentas de vidrio sobre madera, 20 x 30 cm, 2000

Sin dudas algo nos acontece, nuestra razón entra en contacto con nuestras emociones, y lo que parecía simplemente acudir a nuestro nervio óptico termina por obligarnos a reflexionar acerca de la sociedad en que vivimos, las matemáticas universales, el arte y los medios masivos de comunicación, y de la propia historia cultural de occidente. 

Hay un común denominador en casi toda la producción de la artista: el patrón. Este se manifiesta muchas veces desde lo plástico, como ser aquellos frisos ornamentales, o murales a modo de wallpapers, las decoraciones de objetos cotidianos como sillas, autos, o los patrones de espíritu geométrico de vanguardias del siglo XX. Las unidades son reproducidas digitalmente, trabajadas en Photoshop para componer entramados y patrones. Así como Walter Benjamin, Karina celebra y acuña las posibilidades que nos aporta nuestro mundo de la “reproductibilidad técnica”.

Consulado argentino en Nueva York, 2001

Sin título, Instalación con impresiones digitales, madera, cuentas de vidrio y espejos, medidas variables, Galería Ruth Benzacar, Bs As, 2001

KEA aborda a su vez la idea de patrón desde un ángulo sociológico, indagando acerca de los patrones de comportamiento. Inició sus investigaciones a partir de la idea del famoso historiador del arte E.H. Gombrich, quien sostenía que las artes decorativas tenían una función específica en las sociedades, y que éstas venían a satisfacer. Por ejemplo, el uso de la simetría y los motivos geométricos vendrían a satisfacer nuestro requisito de orden. Estas necesidades crearon objetos, y estos objetos crearon tradiciones. Los cambios estilísticos en las distintas épocas responden a los cambios en las necesidades y los comportamientos. 

Serie de obras sobre la Guerra de Malvinas, fotografías, medidas variables, 2005-06

Hay un especial interés de KEA acerca de los patrones sociales en torno a la violencia, sea por parte de los estados autoritarios, la delincuencia, la caza. Los materiales elegidos son fundamentales y poco convencionales. Escenas de la Guerra de Malvinas se componen de balas de plomo vacías. Lo que de lejos parece un empolvado trabajo puntillista, revela de cerca el carácter simbólico del material elegido. A su vez, la imagen se deconstruye en este nuevo plano de percepción para descubrirse como balas de la misma Guerra de Malvinas obtenidas en el Tiro Federal Argentino. “Fotografías de distintos episodios de guerra sobre las que superpongo grillas de cápsulas percutadas de Fal 7,62” manifiesta la artista.

BG, látex sobre madera, 200 x 400 cm, 2012

Otras veces las balas se esconden detrás de los mismos patrones, o de preciosos paisajes que parecerían pixelados. Un buen ejemplo de la dicotomía entre la belleza del todo y la carga simbólica de la unidad elegida. Personalmente las encuentro super atractivas, el doble encuentro entre lo bello y lo siniestro me alucina.

Fotografías de obras realizadas con municiones, 2013

La violencia cotidiana es denunciada también en obras como los pictogramas que representan los abusos de poder por parte de la policía, delicadamente construidos con cuentas y canutillos plásticos. También la serie de Mapas de robos basados en la señalética interna usada por los criminales para indicar aquellos domicilios aptos para el delito usada en Buenos Aires la década pasada, piezas de acrílico enmarcadas en perlas de plástico

Mesa de oficios, perlas de plástico, madera y vidrio, 52 x 118 x 76 cm, 2003

De la serie Mapa de robos, perlas de plástico y acrílico, 19 piezas 50 x 50 cm c/u, 2007

Salvados por el ADN es un conjunto de retratos construidos con Luminol, el material forense que se usa para detectar trazas de sangre en las escenas del crimen. Representan hombres injustamente condenados por diversos crímenes, que fueron exonerados a través de rastros de su ADN, gracias a la asociación norteamericana “The Innocent Project”.

Salvados por el ADN, Luminol, 2013

Sus trabajos más recientes abordan el patrón desde otro ángulo, están influenciados por las ideas del matemático Benoit Mandelbrot (la geometría fractal establece una relación entre lo micro y lo macro en la Naturaleza) y de la física cuántica, que así como los budistas, establecen una conexión entre los objetos. Estas ideas y estudios son puntos de partida de lo que resultan unas bellas piezas geométricas construidas con fotografías, cuentas y canutillos, que como siempre, le otorgan ese brillo tan sutil. Dentro del entramado de estas piezas, las superficies parecieran armarse y desarmarse, despegarse y desdoblarse, intentando articular nuevos planos de realidad. Debo admitir que el asunto de la física cuántica y las distintas interpretaciones de lo que somos y de lo que nos rodea, me generan un vértigo terrible, una mezcla de incomprensión y miedo acerca de la matriz en la que vivimos, de qué nos componemos, etc.

De las series sobre los Fractales, 2019

Son varios los ejes que entrecruzan la producción de Karina El Azem, siempre anclados a referencias concretas de historiadores, científicos y pensadores: Gombrich, Krakauer, Mandelbrot, Eloy Martínez. Los materiales que utiliza también agregan su cuota de valor a partir de su propio significado, así como las alusiones a hechos concretos tomados de los diarios y la simbología popular argentina. Esta miscelánea de contenido y temas transversales, hacen de su lectura rica, profunda y compleja.

Habiendo dicho esto, resalto y reivindico el trabajo manual y sensible que estas conllevan: el bordado de las cuentas, la aplicación una a una de las municiones, las horas sentada frente a la computadora elaborando patrones en Photoshop. Así de frontal y racional, su obra es delicada y minuciosa. 

Serie CBN, fotografía, intervención sobre objetos reales y patrones digitales, medidas variables, 2020

Hasta hoy, no me había detenido a pensar que la pólvora que mata al hombre se guarda dentro de preciosos y pequeños contenedores metálicos, hay algo de bello y macabro en esa idea. Karina sin dudas me tenés de tu lado de la vereda, la de los riesgos y las sorpresas. Gracias por tu dulzura y gracias por recordarme que transitamos sobre arenas movedizas.