"LOADED"
de The Velvet Underground
Como bien dice el dicho, "Las comparaciones son odiosas". Sin embargo, consciente o inconscientemente, se hace imposible al ser humano no caer en ellas. Desde el ámbito escolar, pasando por los amigos, el trabajo y la familia, siempre está latente esa necesidad de comparar y ser comparados con el resto. Quizá el caso más marcado y a la vez traumático, se da cuando esto se hace entre hermanos. Medirlos, buscar diferencias y semejanzas, así como resaltar virtudes y defectos, muchas veces puede transformarse en un cruel y destructor ejercicio en el cual, el damnificado termina siendo injustamente menoscabado, no necesariamente por falta de méritos, sino por exceso de reconocimiento hacia los otros.
El caso de "Loaded", cuarto disco de The Velvet Underground y último con Lou Reed en sus filas, es un ejemplo patente de lo odioso que puede resultar ser comparado con sus antecesores. Editado en 1970, marca el fin de una rápida y prolífica carrera en la que se embarcaron tres años antes bajo el apoyo financiero y artístico del padre del Pop Art, Andy Warhol, cuando lanzaron el histórico disco "The Velvet Underground and Nico", que más allá de su sonido y en especial sus filosas y explícitas letras, tiene una de las portadas más icónicas y transgresoras de la historia del rock, con la ilustración de una gran y amarilla banana junto a la firma de Warhol.
Para cuando se embarcaron en la grabación de "Loaded", la banda se encontraba viviendo una compleja relación interna. John Cale había abandonado el grupo luego del segundo disco y su reemplazante Doug Yule, quien canta en varias de las canciones del álbum, más allá de ser un prolífico músico que dominaba todos los instrumentos, era una pieza secundaria dentro del núcleo de la Velvet Underground. Moe Tucker, una de las mejores bateristas de la historia, estaba embarazada y casi no participó de las sesiones. Y para colmo de males, Sterling Morrison prácticamente no interactuaba con Lou Reed, dejando en este último todo el peso creativo del álbum.
Alejado por completo del estilo de los tres primeros discos de la banda, en los cuales sonaban oscuros, desafiantes y por sobretodo dueños de lo más sórdido que podía ofrecer una vanguardista New York de fin de los sesenta, "Loaded" se transformó en un favorito de las radios, ya que tenía un sonido y unas letras mucho más digeribles que los trabajos anteriores de la banda. En el que fue su primer trabajo firmando para una multinacional y en gran parte debido a la presión de los directivos de la discográfica, uno identifica rápidamente un concepto más limpio de canciones concebidas para dar el salto de popularidad y así llegar a un público más amplio y menos pretencioso que sus originales y fieles seguidores.
Sólo arrancar con "Who loves The Sun", con su sonido luminoso, melódico con aires a un pop más cercano a The Beach Boys, nos damos cuenta que estamos ante un golpe de timón absoluto por parte de la banda, que nos termina regalando una de las canciones más entrañables de su historia.
Lo que viene después, uno detrás del otro, son los dos temas más conocidos y representativos del disco. ‘Sweet Jane’ es uno de los himnos del grupo y una de las canciones que Reed tocó siempre en vivo durante su extensa carrera solista. Su genial e hipnótico arranque suena totalmente diferente al resto del tema, con un movido ritmo que pronto dará paso a un riff que se repetirá incesantemente durante la canción
‘Rock & Roll’ el otro gran clásico, tiene mayor velocidad y suena más ágil. Además de tener una pintoresca letra, que habla como la vida gris de una chica fue salvada cuando escuchó en la radio una canción de rock'n'roll por primera vez, el solo de guitarra que aparece a partir del primer minuto es antológico.
Dueño de un abanico de estilos, nos regala las potentes y enérgicas "Cool it Down" y " Head Held High",
Entrando en territorio de esos temas indispensables para los momentos en que queremos relajarnos y simplemente dejarnos llevar, la trilogía que componen "New Age", "I Found a Reason" y la épica "Oh Sweet Nuttin'", que muchos años después terminaría formando parte de la banda de sonido de "High Fidelity", película por excelencia de todo melómano, terminan por regalarnos una dosis de melancolía y adultez que convierten al disco en una delicia indispensable para atesorar de por vida.
Dura e innecesariamente comparado, hasta el día de hoy, con sus predecesores, "Loaded" ha sabido hacer caso omiso a todo malicioso y tendencioso comentario, para terminar demostrando que por más odiosas que sean las comparaciones, este majestuoso álbum tiene vida propia y un lugar asegurado en el olimpo del rock.
Saludos.
Juli